Una figura antropomorfa prehispánica de Perú labrada en hueso posee una notabilísima similitud con la iconografía del culto solar de Egipto, especialmente con la tradición mágico-religiosa del atonismo: Un disco central del cual emanan rayos que descienden.
Junto a este símbolo las analogías entre América del Sur y el antiguo Egipto se observan en el culto de los “hombres-pájaros” de los Hijos del Sol de los araucanos con aquella de la cabecera del sarcófago de la sacerdotisa Henut Taui –la Señora de las Dos Tierras– del templo del dios Horus en Tebas.
¿Coincidencias? En 1992 la Doctora Svetlana Balabanova descubrió que el cuerpo de la sacerdotisa Henut Taui del templo de Horus en Tebas, contenía altas sumas de cocaína (coca) y nicotina (tabaco), especies exclusivas de América del Sur en la antigüedad.
Más allá de los febles cimientos de la historiografía ortodoxa se encuentran numerosos vestigios arqueológicos y etnohistóricos que evidencian remotas relaciones transcontinentales con un sello común: Antiquísimas civilizaciones herederas de los dioses que fueron denominaron como los Hijos del Sol.
Noticiero Ufológico Autónomo (NOUFA). Número 104. [Santiago de Chile] Febrero de 2025.
