La antiquísima cultura de los selk’nam de Tierra del Fuego (Karukinká) poseía una trascendental cosmovisión que preservaba el origen del mundo y del hombre: La Divinidad Suprema e increada Temáuquel, creador del cielo y de la Tierra, quien luego de la formación del mundo, envió a su mensajero Kenós y a los hówen, raza astral e inmortal que pobló el mundo y de donde descienden los propios selk’nam (Shileknam).
Esta tradición sagrada e inmemorial era dirigida por un jon –casta iniciática con extraordinarios poderes– en el rito Háin en una choza homónima.
Con motivo de la colonización de Tierra del Fuego desde finales del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX, los descendientes de los selk’nam originales fueron exterminados.
El año 1933 fue la última ceremonia iniciática Háin: La última evocación de los poderosos dioses-espíritus de los hówen.
Es el sumergimiento de la antiquísima tradición patagónica-polar.
Noticiero Ufológico Autónomo (NOUFA). Número 100. [Santiago de Chile] Diciembre de 2024.