Un aspecto simbólico de algunas de las magníficas esculturas antropomorfas líticas de Tiahuanaco –la metrópolis de los viracochas o “Dioses Blancos”– es la característica de la mano derecha ‘invertida’ –es decir, la palma proyectada hacia afuera–. Se trata, significativamente, de una particularidad que denota una impronta anatómica muy distintiva de estos seres –los dioses o “héroes culturales” de la nomenclatura antropológica– e implica, en consecuencia, un origen y naturaleza no humanos, ya sea de causa natural o artificial.
Esta singular característica se observa en una momia de la remota cultura Chinchorro, asentada en la costa del extremo norte de Chile.
Una de las particularidades de los chinchorros fue la tradición de momificación de sus cadáveres –humanos y animales– con la datación más temprana en torno al 7000 a. C. –antecediendo en al menos dos mil años a las momias egipcias–.
¿A qué obedece la perpetuación de las imágenes-símbolos de los ancestros –sean las figuras antropomorfas de Tiahuanaco o las momias de Chinchorro–? ¿Cuál es el origen y significado de la ‘mano derecha invertida’? ¿Qué ignota relación hubo entre los tiahuanacotas y los chinchorros? ¿Cómo explicar la semejanza simbólica entre ambos sustratos culturales? ¿Hay otras culturas que poseyeron esta misma tradición en el mundo prehispánico?
Phenomena Magazine. La investigación científica de lo inexplicable. Año XII. Número 81. Buenos Aires, Julio de 2024.