Ubicada sobre la cordillera de la región chilena del Maule, la meseta de El Enladrillado constituye un enigma fascinante. ¿La razón? Se trata de una obra a todas luces artificial, cuyas piedras parecen haber sido cortadas con herramientas de precisión… O eso afirman muchos de los investigadores que han accedido a este misterioso enclave. Pero, ¿quién construyó esta sofisticada calzada? ¿Acaso es parte del legado de los Dioses Blancos que prevalecen en tantas tradiciones indígenas?
Revista Año/Cero. Año XXVI. Número 07-300. Junio de 2015.